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lunes, 28 de febrero de 2011
jueves, 24 de febrero de 2011
Lecturas 1º ESO
El asesinato de la profesora de lengua de Jordi Sierra i Fabra.
Una maestra se "vuelve loca" y dice que matará a un alumno como escarmiento si no la detienen, para lo cual deja un sinfín de pruebas que son otros tantos juegos de palabras.
El autor de este libro es muy conocido por sus obras con bastante éxito entre los lectores jóvenes y adultos. Es interesante pasear por su página web y conocer la trayectoria de Jordi Sierra i Fabra, sus premios, obras, y LECTURAS GRATUITAS cada mes. Pincha sobre la portada del libro.
miércoles, 23 de febrero de 2011
Calendario oficial
Subo los calendarios para los cursos de 3º y 4º ESO. Lo único que tienes que hacer es añadir el calendario que te corresponda al tuyo. Además, puedes configurar tu teléfono móvil para que lleguen las alertas en un sms. Añado al final una visita guiada por la aplicación, aunque si surge cualquier duda, envíame un correo.
Para agregar el calendario al tuyo, solo hay que pinchar sobre +Google Calendar en la esquina inferior derecha.
Visita guiada:
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Edito: en la página del blog, justo debajo del nombre No más lengua, puedes encontrar el calendario del curso. Hay que tener en cuenta la siguiente leyenda para una correcta lectura: Verde: 3º ESO. Naranja: 4º ESO. Azul: Curso. Rojo: Festivos.
viernes, 18 de febrero de 2011
Mis alumnos de 3ºC
Sé que faltan algunos, pero no han venido hoy a clase, se lo han perdido. La foto es una foto de despedida. Alba, la chica que aparece en medio, siempre vestida con tonos pasteles, cambia de instituto. Todos esperamos que te vaya muy bien, tendrás grandes y nuevos momentos, nuevos amigos, conocerás a mucha gente y bla bla bla... pero te aconsejo que si algún día te pones triste, pienses en tus compañeros del Brackenbury. No dejes de sonreir. Un abrazo.
miércoles, 16 de febrero de 2011
Mitología: El principio del principio (I)
Apuntes de mitología clásica.
Cuenta Hesíodo que en primer lugar fue el Caos y, después, Gea la de amplio pecho, un nombre que podríamos traducir como la Madre Tierra. Más tarde apareció, también por generación espontánea, Eros, la fuerza del amor que todo lo une, el más hermoso entre los dioses inmortales. Parece ser que también surgió por sí mismo el Tártaro, la región más profunda del Universo, situada aún más abajo que los infiernos, un lugar terrible donde los dioses enviarán a sus peores enemigos.
Sin juntarse con nadie para procrear, de Caos surgieron Érebo (las Tinieblas infernales, es decir, la Oscuridad) y la negra Noche (Nyx), que no tardaron en amarse y de su unión nacieron Éter (el Cielo superior, en el que brilla una luz más pura que en el cielo cercano a la tierra) y el Día (Emera). Sola, al igual que Caos, Gea alumbró al estrellado Urano (es decir, al cielo), a las Montañas y a Ponto, el inmenso océano.
En fin, concluido este lío partenogenético nos encontramos que en estos momentos ya existen: la Tierra (Gea), el Cielo (Urano) y el Mar (Ponto); así como el Día, la Noche, la quintaesencia de la luz y la quintaesencia de la oscuridad. Por si fuera poco, también ha surgido el Amor, el impulso irrefrenable de unirse y engendrar. Evidentemente, con semejante material de partida resulta sencillo que vayan apareciendo cuantas cosas hay en el Universo. Veamos cómo ocurrió.
jueves, 10 de febrero de 2011
Apolo y Dafne
A Dafne ya los brazos le crecían,
y en luengos ramos vueltos se mostraba;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro escurecían.
De áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros, que aún bullendo estaban:
los blancos pies en tierra se hincaban,
y en torcidas raíces se volvían.
y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol que con lágrimas regaba.
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño!
¡Que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón porque lloraba!
¡Que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón porque lloraba!
Garcilaso de la Vega, Soneto XIII
Cuenta el mito que Apolo quiso competir con Cupido en el arte de lanzar flechas. Cupido, molesto por la arrogancia de Apolo, ideó vengarse de él. Para ello lanzó al hermoso dios una flecha de oro, que causa un amor inmediato a quien hiere; por el contrario, hirió a la ninfa Dafne con una flecha de oro, que causa el rechazo amoroso. Así que cuando Apolo vio un día a Dafne se sintió herido de amor y se lanzó en su persecución. Pero Dafne, que sufría el efecto contrario, huyó de él. Y la ninfa corrió y corrió hasta que agotada pidió ayuda a su madre, la cual determino convertir a Dafne en laurel. Cuando Apolo alcanzó a Dafne, ésta iniciaba la transformación: su cuerpo se cubrió de dura corteza, sus pues fueron raíces que se hincaban en el suelo y su cabello se llenó de hojas. Apolo se abrazó al árbol y se echó a llorar. Y dijo: "Puesto que no puedes ser mi mujer, serás mi árbol predilecto y tus hojas, siempre verdes, coronarán las cabezas de las gentes en señal de victoria"
Refuerzo de Sintaxis
Para todos los que estén un poco o un muy perdidos en sintaxis, sirva lo siguiente como repaso, refuerzo o estudio. Recomendable para todo el mundo.
miércoles, 9 de febrero de 2011
Gustavo Adolfo Bécquer
El siguiente texto pertenece a la obra de Gustavo Adolfo Bécquer,
Leyendas. En el se precian características temáticas y tópicos literarios del Romanticismo. En la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes podemos encontrar un espacio dedicado a la vida y obra de este autor. Pincha aquí.
Leyendas. En el se precian características temáticas y tópicos literarios del Romanticismo. En la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes podemos encontrar un espacio dedicado a la vida y obra de este autor. Pincha aquí.
Los ojos verdes
Hace mucho tiempo que tenía ganas de escribir cualquier cosa con este título. Hoy, que se me ha presentado ocasión, lo he puesto con letras grandes en la primera cuartilla de papel, y luego he dejado a capricho volar la pluma.Yo creo que he visto unos ojos como los que he pintado en es
ta leyenda. No sé si en sueños, pero yo los he visto. De seguro no los podré describir tal cuales ellos eran: luminosos, transparentes como las gotas de la lluvia que se resbalan sobre las hojas de los árboles después de una tempestad de verano. De todos modos, cuento con la imaginación de mis lectores para hacerme comprender en este que pudiéramos llamar boceto de un cuadro que pintaré algún día.I-Herido va el ciervo..., herido va... no hay duda. Se ve el rastro de la sangre entre las zarzas del monte, y al saltar uno de esos lentiscos han flaqueado sus piernas... Nuestro joven señor comienza por donde otros acaban... En cuarenta años de montero no he visto mejor golpe... Pero, ¡por San Saturio, patrón de Soria!, cortadle el paso por esas carrascas, azuzad los perros, soplad en esas trompas hasta echar los hígados, y hundid a los corceles una cuarta de hierro en los ijares: ¿no veis que se dirige hacia la fuente de los Álamos y si la salva antes de morir podemos darlo por perdido?
viernes, 4 de febrero de 2011
Romanticismo
Las penas del joven Werther, Johann Wolfgang von Goethe
24 de noviembre
No desconoce Carlota cuánto sufro. Su mirada ha llegado hoy hasta lo más hondo de mi corazón. La encontré sola; yo no despegaba mis labios y ella me miraba fijamente. Absorto ante aquella mirada sublime, llena de afectuoso interés y dulce piedad, no veía su seductora hermosura ni la aureola de inteligencia que ilumina su frente. ¿Por qué no me tiré a sus pies o la tomé entre mis brazos, cubriéndola de besos? Se sentó en el piano; a sus armoniosos acordes unió su dulce y cantarina voz. No he encontrado nunca más adorables sus labios; parecía que se entreabrían lánguidos para aspirar los dulces sonidos del instrumento y exhalarlos de nuevo, con la suavidad de su hálito. ¡Ah! ¡Si yo pudiera hacer que compartieras conmigo lo que sentí en ese momento! Incliné la cabeza desfallecido y me juré no atreverme nunca a imprimir un beso en su boca, en aquella boca donde revoloteaban los serafines del cielo. Y, sin embargo, yo quiero… No. Hay una barrera imposible de cruzar que la separa de mi alma. ¡Destruir esta pureza! Y después el castigo que sigue al pecado. ¿Pecado?
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