Mari Luz está pasando por uno de los peores momentos de su vida. Su novio acaba de romper con ella y se siente destrozada. Tanto es así que notará como, antes de perder el conocimiento, su corazón se rompe en pedazos. Cuando despierta, se encuentra en una residencia en la que se encargan de recomponer los corazones rotos. Se trata de un mundo paralelo al real en el que todo es posible.
Quique es un chico de doce años, siente los colores de su equipo hasta tal punto que llega a vivir experiencias insólitas; quizás demasiado arriesgadas, peligrosas….Dice que para él hay tres cosas principales: el equipo, el abuelo y Lobi (su perro). No sabría decir el orden. Más tarde aparece María, una niña de su clase, que de ser amiga, puede pasar a ser algo más; nunca se sabe. Es amigo de sus amigos, pero si alguno se le atraviesa… hay que pararlo. En el colegio sufre un bajón en su rendimiento. ¿Las causas? Aparte de sus despistes de adolescente, atraviesa una situación familiar complicada.
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